lunes, 12 de mayo de 2014

ESPAÑA, DESTINO TERCER MUNDO


Todo lo que te cuentan es mentira.


"Huelen el miedo de la calle,
saben qué hacer con un poco de humo,
sólo es un globo gigante deshinchándose...
Se escuchó un tic-tac en el séptimo cielo".

"¿Dónde está el dinero?"

Lenta pero inexorablemente todo se va cumpliendo. Que yo no quiero asustar a nadie... Sencillamente os traslado lo que vaticina un periodista económico de El País, Ramón Muñoz, en un reciente libro.

No quiero amargar el día a nadie que lea esto, así que si te sientes algo depre hoy o no estás en tu mejor momento, puedes dejar la lectura de esta crítica para otro día. O no leerla nunca. Si es así, al libro en cuestión ni se te ocurra acercarte. También hay algunas entrevistas con el autor enYoutube, así te ahorras este pequeño tocho mío, si quieres. Empecemos:

Todo lo que te han dicho es mentira. Esto no es una crisis cíclica de unos pocos añitos, no es una fase pasajera. Esto es el fin de cincuenta años de relativa prosperidad, esto es una depresión en toda regla y esto va a durar dos o tres generaciones, hablamos de decenios.

Con un estilo más periodístico que académico, cosa de agradecer, el autor se basa en algunos datos fundamentales para hacernos ver lo que se nos viene encima. España no podrá pagar la deuda, a España no le va a ayudar Europa -no existe tanto dinero para salvarla porque los votantes europeos no van a poner la pasta- y España no tiene forma humana de recuperarse porque produce... nada.

Ya ni siquiera el sol y playa enriquecen el tejido económico. La burbuja inmobiliaria no ha sido causa de ninguna crisis; la burbuja -en la que millones de personas han querido participar, no sólo los malos- constituye la última etapa de unos años locos de cierto bienestar, había que apurar la vaca mientras tuviera algo de leche. Ya no hay nada de nada.

Ya no hay agricultura, ni pesca, ni industria pesada, ni tecnología, ni investigación. Las empresas que subsistan se deslocalizarán todavía más, España será un país low-cost con trabajos basura. Vale, el sector servicios ¿y a qué estructura vamos a dar qué "servicios"?

Andalucía ya ha acordado garantizar tres comidas a los escolares más pobres. Uno de cada cinco menores está ya bajo el umbral de pobreza. ¿Quién habría pensado esto hace tan sólo dos o tres años? Le habrían llamado loco. Pero esa realidad YA está aquí.

Los recorte actuales, un aperitivo de lo que vendrá.

No voy a entrar en los (pocos) tecnicismos del libro: salida del euro, corralito, devaluación, corrección vía precios... No asustarse, que diría Lola Flores. Hablemos de cosas más comprensibles. Os lo resumo en los diez puntos que me he hecho tan ricamente.

1.- Desaparecerá la clase media. Seremos como la mayoría de países latinoamericanos. Una élite escasa y muchos pobres.

2.- Salarios de subsistencia. Ojo, el que pierda el trabajo hoy, no volverá a trabajar o lo hará por la tercera parte o la mitad del salario que disfruta ahora.

3.- Pensiones asistenciales. La población activa sólo podrá "asistir" las clases pasivas. De hecho, la hucha de emergencia de la Seguridad Social, ya se ha empezado a vaciar.

4.- Servicios sociales de caridad. La educación, la sanidad,... serán un pálido reflejo de lo que conocimos. Los recortes que conocemos son sólo el principio.

5.- Emigración de los jóvenes que puedan hacerlo. El resto de las nuevas generaciones (ninis) tendrán más opciones: o la delincuencia o la indigencia. Ni siquiera vivirán igual que sus padres, sino que "subsistirán" como sus abuelos en los años cuarenta o cincuenta.

6.- Devaluación de la moneda ("la nueva peseta") un 50%, acompañada, claro está, de inflación galopante porque el ajuste se hará vía precios. Tus ahorros en el banco "valdrán" la mitad tras un periodo de corralito. No sueñes con que tu nómina, si la tienes, vaya a aumentar.

7.- Desemplo no alto sino masivo, persistente e irresoluble. Si tienes más de cuarenta será difícil que vuelvas a trabajar. Si hoy eres mileurista y conservas el empleo, eres de los más afortunados. Funcionarios eventuales, rezad.

8.- Inutilidad de las instituciones. El Gobierno nacional, las Administraciones, el Banco de España o eso tan bonito de "Europa" no son más que grandes decorados de cartón-piedra que nada pueden/quieren hacer. Creo que no hace falta que hablemos de la corrupción, la mentira de los programas electorales y la escandalosa puta codicia. Tampoco de la impunidad política y penal de sus responsables. El Tribunal de Cuentas es un chiringuito. Y, mucho ojo con el Fondo de Garantía de Depósitos, por ejemplo, porque el ejecutivo le ha metido mano para financiar a los malditos bancos.

9.- Continua manipulación de la realidad. Debes entender lo contrario de lo que te digan. Échate a temblar cuando oigas lo de "lo peor ha pasado", "ahora empezará la recuperación". Es mentira.

El gobierno, los servicios de estudios de los bancos, losthink-tanks, las estadísticas y los partidos... ocultan conscientemente la realidad, alteran los hechos para no comunicar la verdad sobre los desmanes cometidos y ocultarnos lo que nos espera. Como ejemplo, la dejación de funciones supervisoras de todo un Banco de España respecto a las Cajas o el robo de las Preferentes y productos similares que las sustituyen como pagarés.

10.- Inseguridad ciudadana, hacinamientos urbanos. Se dispararán los delitos, los grandes cinturones de las ciudades serán enormes barriadas en donde será peligroso incluso entrar. Muñoz compara la situación con la vivida en Argentina en el año 2.000 y que todavía dura. Los cirujas, parte del paisaje urbano allí, que van pinchando las mismas bolsas de basura en sucesivos turnos, serán comunes en nuestras calles.

¿La solución? No existe solución.

En definitiva, un cambio del mundo tal y como lo conocemos. España ingresará en en Tercer Mundo.

¿Apocalíptico? Y es que el mundo está al revés... hasta el epítome de la doctrina capitalista y "socio" de la Troika, el FMI, pide... ¡moderar los recortes en España porque dañan la economía !

Vienen más recortes a final de mes, mirad cómo está poniéndose la cosa en Portugal o Chipre, en España hay una familia puesta de patitas en la calle cada quince minutos, no se cumple -ni se cumplirá- ni uno sólo de los mensajes tranquilizadores del gobierno, y menos de sus previsones, Bruselas reclama más contundencia en los ajustes, no hay acceso familiar ni empresarial a la financiación...

En algunos aspectos, España ya es un país parecido al Tercer Mundo actual. Y si pensáis que el autor mantiene al final cierta esperanza, ya os podéis ir desengañando. Ni doctrina keynesiana (sólo útil si hay acceso al dinero), ni recortes (paradoja de la austeridad: más recortes, más pobreza sin crecimiento o bien por cada euro que se recorte, se decrece en dos, no en medio como "se pensaba" ), ni Krugman (modelo bonito pero irrealizable), ni rescate, ni buenismo sobre el género humano ( menciona a Niño Becerra, habla con cariño de José Luis Sampedro pero poco más).

Esas historias de "alguien hará algo finalmente" no sirven ya aquí. Su conclusión es más sencilla: no hay solución a este panorama. Sólo una revolución sangrienta podría cambiar las cosas.

Se cuestiona el autor si ha habido algún cambio de paradigma social radical sin sangre alguna vez. Y nunca lo ha habido. Así de fácil. Pero aquí no se producirá ya porque estamos demasiado domesticados por cuarenta años sucesivos de creciente bienestar.

Nos han vendido la idea de que éramos de los 8 Grandes (Aznar) pegando el pelotazo con la liberalización del suelo, o que nuestro sistema bancario era el mejor del mundo (ZP), hemos tenido Planes de Infraestructuras que ni en Japón, proyectos de vulgares y rancios caciques autonómicos megalómanos en donde dilapidar el dinero de todos... Y no esperes que los medios de comunicación que todos conocemos (tertulianos y demás ralea) cuenten las cosas como son: pertenecen a los bancos y son esclavos de los políticos. Lo que nos espera va a ser muy duro y duradero.

Pero a fin de cuentas, ¿no ha subsistido así la mayor parte de la humanidad desde hace siglos? ¿No sigue subsistiendo precariamente la mayor parte del mundo aún hoy? ¿No se ha vivido así en este país hasta hace dos o tres generaciones? Pues ahora nos toca a nosotros.

Definitivamente nos vamos a tomar por ……Suerte

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