martes, 8 de julio de 2014

NUESTRA TIERNA INFANCIA I

He aquí unas palabras sobre esa rauda y fugaz etapa en las que muchos quisieran haberse estancado y de las que muchos otros aun no se han dignado a salir.

Días atrás revisando foto descubrí una tema del cual nos encanta a muchos recordar.

Si, en efecto, la niñez. Aquella dulce etapa donde todo son juegos, diversión y reunirte con tus compañeros de clase para pasar las horas con una profe que casi babeaba cuando le ponías cara de cordero degollado al mirarla justo instantes después de haber hecho alguna trastada.

Léase en estas líneas que la infancia ni mucho menos es oscura y caótica, pero os daré algunas razones por las que no volveríais a vuestra más temprana edad:


- Salimos del útero materno, vemos la luz y todo nos parece grandioso, enorme y fascinante... pero somos carne de cañón.

No sabemos comer solos (algunos de mayores tampoco), nos lo hacemos todo encima (algunos también) y en cuanto hay algo que no nos gusta nos ponemos a llorar y berrear hasta conseguirlo (... seguro que no os costara encontrar a alguien con esta definición)

- Pasamos de la más tierna niñez a la infancia escolar.

Que guay¡¡ vamos al cole, conocemos niños nuevos con los que jugar (menos mal que me libro de la abuela que me pellizca a todas horas los mofletes) y aprendemos cosas nuevas.... al cabo de dos días descubres que da asco lo que estudias porque te la refanfinfla, la mitad de los chavales con los que vas te hacen bulling (palabra de moda), la niña que te gusta suda.

Te libras de la abuela, pero tambien dices adiós a las laaargas horas de siestas y eructos sin parar (ahh.. eso si que era vida).

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